La carta de los padres a hija con Anencephaly
Por los O’Hara’s
Traducido por Ana para Defensores De La Vida
Querida Freya,
Fue el 20 de septiembre de 2018 que tu papá y yo fuimos a nuestro ultrasonido. Estábamos tan emocionados de verte. Después de todo, tú eras lo único de lo que hablábamos día y noche.
Primero vimos tu corazón. Estaba latiendo tan fuerte que estábamos tan orgullosos de lo mucho que habías logrado. Para nosotros eras perfecta.
Con ayuda de un escaner infrarojo, incluso vimos el flujo de sangre en tu cuerpo y a través del cordón umbilical. Y yo pensé, ¿Cómo algo tan común puede ser tan asombroso?
Fue la señorita tan amable que hizo el ultrasonido la que se quedó callada. Muy callada. Demasiado callada.
Su amable sonrisa se convirtió en una frágil mueca. La tristeza en sus ojos fue evidente pero aún no decía lo que tenía.
"Hay un problema. Es un gran problema. Su bebé tiene anencefalia"
¿Qué rayos era eso? le pregunté. Queríamos respuestas. Ella nos dijo que no tenía cráneo para proteger su cabeza. Yo pensé, sólo tendremos que tener más cuidado con ella.
Y después nos dijo: Es fatal.
¿Qué? NO... Esto no puede ser "¿Existen sobrevivientes? pregunté, a lo que me respondió moviendo su cabeza. "Lo siento mucho".
Yo ya no sentía que estaba acostada sino flotando al rededor de la habitación sin sentido. Mi cuerpo se cubrió de alfileres y agujas y mi pecho se contrajo hasta que no podía respirar. Mi corazón latía más rápido que nunca.
"Muchas mujeres terminan su embarazo cuando les dan este diagnóstico" Yo no lo podía creer. Ella continuó, "Si gustan esperar, voy a ver si el doctor puede verlos" Y antes de irse, sacó de su cajón unos pañuelos desechables y nos dejó solos con nuestros pensamientos.
Tu papá tomó mi mano y juntos lloramos tratando de mantenernos juntos, no sólo por nosotros, sino por ti y tu hermano mayor . Tratamos, aunque sentíamos que el mundo se nos venía encima.
Después de esperar por lo que pareció una eternidad, la señorita regresó. Le pregunté si eras niña o niño. Me dijo que lo revisaría de nuevo. Al principio habíamos pensado en mantenerlo como una sorpresa, pero ante estas devastadoras noticias, sentimos que debíamos preguntar. No lo podíamos creer. Una niña. Esto lo hizo más difícil.
De pronto entró el doctor y se presentó. Nos llevó a su oficina. me hizo un tercer ultrasonido y nos confirmó el diagnóstico de anencefalia. Esta vez tú rodaste y pude ver tu carita. Recuerdo lo pequeña que se veía. Tu cabeza es tan pequeña comparada con el resto de tu cuerpo. Me dijo que si podía ver eso y le dije que sí.
Me preguntó si sabía lo que significaba la anencefalia. le dije exactamente lo que la técnica me había dicho antes. Nos explicó que además el cerebro está subdesarrollado y que no podrías sobrevivir fuera del vientre. Nuevamente nos recordó que la terminación era una opción.
"Yo no puedo" le dije. El se disculpó. Se veía que se sentía mal por nosotros. Nos hizo una nueva cita para la siguiente semana para confirmar nuestra decisión.
Querida Freya, no hubo decisión
Hace un mes de que nos dieron tu diagnóstico y creo que hemos estado algo distraídos desde ese momento. Hemos tenido nuestros altibajos. Algunos días hemos ido a ver amigos. Otros días no podemos salir de la cama. Nos han dicho que somos valientes, pero ha sido difícil aceptarlo.
Esta semana se supone que debía haber ido a Inglaterra a abortarte y la razón por la que estoy aquí es porque este no es sólo mi embarazo, es tuyo y de tu papi.
Pienso en ti todos los días. Hay días en que no puedo entender cómo nos pasó esto, o mejor dicho, cómo te pasó esto a ti, mi dulce, dulce bebita. Tu eres a la vez, el rostro de la inocencia y de la injusticia.
Ahora, el único gozo que siento es cuando tú pateas y ruedas. Me imagino que cuando pateas muy fuerte, me estás recordando que por ahora estás viva y a salvo en la protección de mi vientre.
Han pasado 4 semanas desde que te vimos. Nuestro siguiente ultrasonido será el lunes, y estoy aterrada. Nuestro futuro sigue siendo incierto. Planeamos tu vida, sin saber que pronto planearíamos tu funeral.
Si tuviera la oportunidad, sacrificaría el resto de mi vida por cuidarte. A esa pequeña personita que tu eres. Y si eso significara nunca volver a salir, lo haría. Nunca volver a ver a mis amigas, lo haría. Estar todo el tiempo al pendiente de ti, también. Yo soy tuya.
Nadie nunca quiso algo más de lo que te queremos u papi y yo.
Con amor, mamá y papá
Comments
Post a Comment