Maestro de Educación especial y su esposa son padres de tres hijos con diagnóstico confirmado y sólo meses de diferencia en edad.
Isaías 55, 8-13
“Porque los pensamientos de ustedes no son los míos,
ni los caminos de ustedes son mis caminos
Como el cielo se alza por encima de la tierra,
así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos
a los caminos y a los pensamientos de ustedes.”
Mi nombre es Den Alan. Mi esposa y yo nos casamos hace 10 años y empezamos a tratar de tener hijos casi inmediatamente después. Justo cuando pensábamos que tener hijos biológicos no era nuestro destino, nos enteramos de que estábamos esperando un bebé después de cinco largos años tratando de concebir.
Desafortunadamente, a las 21 semanas y media, perdimos a nuestra bebé, que se llamaba Mary Francis.
Decidimos comenzar el proceso de adopción y después de iniciarlo nos embarazamos. Desafortunadamente perdimos al bebé a las 11 semanas. Se llamaba William.
Continuamos con el proceso de adopción a través de asociaciones de caridad Católicas. Existe una red en los Estados Unidos que trabajan en conjunto.
El proceso de adopción fue meticuloso. Nos hicieron evaluaciones y nos dieron capacitación y debimos completar cuestionarios muy extensos y mucho papeleo y tuvimos que presentar un libro llamado “Look Book” con fotos e información de nosotros y cada oficina de la red recibía una copia. También nos preguntaron si estábamos dispuestos a adoptar múltiples, niños con discapacidades diagnosticadas, etc., a lo que respondimos que sí. Nos confiamos en Dios a través de todo el proceso y no pretendimos limitarlo diciendo que el hijo que Él nos tenía preparado no era lo suficientemente bueno.
Tomó cerca de un año terminar el proceso y recibimos una llamada tan esperada de la agencia de adopción; la madre biológica había visto nuestro “Look Book” y nos había escogido de entre tres parejas e iba a tener gemelos.
¡GEMELOS! ¡Habíamos orado tanto para que Dios nos bendijera con gemelos!!! Habíamos tenido tantos dolores y frustraciones en el camino, pero finalmente estábamos aquí.
Así que hicimos el viaje de cuatro horas a Bismarck, North Dakota para conocer a la mamá biológica. Durante la visita también conocimos a sus padres. Nos hicieron muchas preguntas que contestamos gustosamente. Dentro de las cosas que discutimos estaba si nos sentíamos bien adoptando niños Nativo-Americanos. Explicamos que ambos apreciábamos y abrazábamos la diversidad en nuestro hogar.
La parte más difícil del proceso fue estar tan emocionados con el proceso y que al final la mamá biológica cambiara de opinión. La pérdida de nuestros hijos fue difícil, pero con fe, continuamos nuestro camino a lo desconocido siguiendo la luz de Dios.
Dos semanas después nos enteramos de que estábamos embarazados de nuevo. La política de la agencia es que, si estás esperando un hijo biológico, no puedes adoptar. La trabajadora social nos dijo que la mamá biológica de los gemelos, aún quería que los adoptáramos, aún sabiendo que esperábamos un hijo biológico.
¡Y así fue!
Los gemelos nacieron en marzo de 2016, y nuestro hijo biológico en octubre.
Tenemos una adopción abierta y una gran relación con la familia biológica de los gemelos, de hecho iremos todos juntos al festival Pow Wow este fin de semana. La familia biológica trata a nuestro hijo biológico como familia. Es como si ellos también lo hubieran adoptado a él.
El mayor de los gemelos nació con un defecto cardiaco que se arregló poco después de nacer. Pensaron que necesitaría cirugía, pero en su cita de revisión a los seis meses, el defecto se había corregido solo.
El gemelo menor tiene un defecto en su pie y Arthrogryposis; que es cuando sus brazos y piernas no se doblan como deberían. Los doctores dijeron que nunca caminaría, y sin embargo, ¡camina!
Nuestro hijo biológico nació con Síndrome de Down y también con un defeco cardíaco que se arregló solo.
Ser una familia de tres hijos, casi de la misma edad, es difícil, y ciertamente tiene sus retos, pero no cambiaríamos nada. Nuestros días están llenos de vida y amor.
Para aquellas familias que están esperando un hijo después de tener otro muy pronto, es tiempo de ajustarse, pero pueden hacerlo, a pesar de lo que otros les digan. A aquellos que han recibido un diagnóstico pre natal desfavorable, como nuestro hijo con síndrome de Down, les digo: ¡Felicidades! Ustedes son unos de los pocos que han sido bendecidos en maneras que aún no pueden ver. Sólo respiren. ¡ustedes pueden!
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