Defensores De La Vida

     Por 700 Club para CBN     Traducir por Ana Correa , VP de Defensores De La Vida Lacey creció en un pequeño pueblo de Tennessee.  Conoció a Chris y a Jesús el mismo día de abril de 2002.  Estaba visitando una iglesia con su amiga y le dio su vida al Señor ese mismo día. Chris estaba en el servicio, y Lacey, junto con su amiga lo miraron.  Unas semanas después los dos fueron bautizados en el arroyo.  “No sólo Dios salvó mi alma, también me dio a mi alma gemela,” ella dijo.  Salieron juntos por seis años antes de casarse.  Dos años después, justo después de ser aceptada en la carrera de Derecho, Lacey se enteró de que estaba embarazada. A la mitad de su embarazo, Lacey y Chris fueron a la oficina del doctor para un ultrasonido anatómico estándar.  No tenían idea que estaba mal cuando el doctor los llamó para discutir lo que encontraron en ese ultrasonido de rutina. Para tener una mejor apreciación de la cara de ...

Por Jamie Jeffries   Educación y oficial de reclutamiento en Life Defenders Traducir por Ana Correa, VP de Defensores De La Vida La Comunidad Pro-Elección nos acusa a los Defensores Pro-Vida de ser agresivos, molestos y de violar la ley para la defensa de la vida.  Tristemente, sus acusaciones tienen fundamento. Los consejeros de banqueta tienen un trabajo difícil.  Tienen que intentar salvar vidas en pocos segundos, mientras son observados por la oposición y por otros defensores Pro-Vida.  Pueden ser la primera y la última línea de defensa de un bebé no nacido.  La forma en que defendemos la vida es importante. Tenemos que asegurarnos de que estamos haciendo todo de la manera correcta.  Necesitamos asegurarnos de que cumplimos con las características del Movimiento Pro-Vida. Aseguramos estar en el lado de la justicia y de la moral.  Y sin embargo, algunos de nosotros tajantemente vamos en contra del aparato de justicia y usamos méto...

Escrito por Rosa Hopkins,  , Editora y Bloguera de  Life Def enders Traducido por Ana Correa para  Defensores De La Vida Mientras la espuma de jabón se iba por la coladera, yo me preguntaba si realmente estaba limpia. El jabón, agente limpiador, no se sentía limpio, ya que me sentía increíblemente sucia por vivir en un refugio para indigentes. El estigma podía sentirse, ya que incluso los que trabajaban ahí evitaban toda interacción. No me sentía atendida; me sentía juzgada.  La regadera era mi escondite, pero estar húmeda exponía mi corazón a ciertos temores sobre la limpieza que yo no sabía que tenía. Nunca antes me sentí sucia en un baño  Necesitaba espacio que era más que sólo separación física de otros.  Necesitaba distancia mental de lo que estaba pasando en mi vida y de lo que yo pensaba que yo era. Un gran abismo se había abierto y me tragaba entera.  Este sustrato no me aceptaba, ni quería nada que ver conmigo, y...