Los doctores les dijeron a sus padres que la abortaran…ahora se graduará.
Escrito por Nancy Flanders para Live Action
Traducido por Ana Correa para Defensores De La Vida
Jacqueline Rodríguez, de dieciséis años, supuestamente no iba a vivir para ver su primer cumpleaños. De hecho los doctores tenían tan poca esperanza para ella que aconsejaron a sus padres abortarla para terminar con su vida prematuramente. Pero los padres de Jacqueline se rehusaron al aborto e hicieron todo lo que pudieron para que su hija sobreviviera cuando los doctores dijeron que no lo lograría y otros pesaron que no podría.
Jacqueline nació en 2001, y los doctores le dijeron a sus padres que tenía malformaciones linfáticas.
“Son células anormales en los nódulos linfáticos y estas células existen en sus mejillas, lengua y piso de la boca,” su madre Evelyn Belen dijo al Daily Mail. “Cuando yo aún estaba embarazada nos dijeron que su calidad de vida sería pobre. Que tal vez no llegaría a su primer cumpleaños. Nos dieron la opción de terminar el embarazo o continuarlo. Escogimos la vida.”
Los doctors intentaron remover algo del tumor que afecta su capacidad de hablar; sin embargo, sigue creciendo. Ahora, su equipo médico trabaja para tratar de controlar que tan rápido crece el tumor a través de medicamentos que también lo suavizan. Le causa algo de incomodidad; por lo tanto, el mantenerlo sin crecimiento le ayuda a Jacqueline a estar más confortable y disfrutar una mejor calidad de vida. Ahora ella es capaz de hacer expresiones faciales.
“Al principio no podía ni tragar los alimentos,” dijo su padre, Paul rodríguez. “Le teníamos que dar fórmula a través de un tubo. Su tejido ahora está lo suficientemente relajado que ha comenzado a tragar un poco. Seguimos trabajándolo. Ahora ella toma su fórmula y es todo lo que tiene.”
Por miedo a cómo se sentiría Jacqueline por las miradas de la gente en público, su madre casi no salía con ella. Sin embargo, su hijo la convenció de que sería bueno para Jacqueline el salir y tener una vida normal.
“Yo era la que no quería salir con ella en público porque no quería que la gente se le quedara mirando y fue mi hijo quien me dijo, ‘Mamá, a ella no le molesta tanto como tu piensas.” Y me di cuenta que su autoestima floreció. Es increíble y nunca pensé que llegaríamos a este punto, y estoy tan agradecida.
Su madre dice que Jacqueline lleva su frente en alto cuando sale en público. Ella va a clases normales en la preparatoria y se comunica a través de un iPad. Ella ama los deportes y gracias a la iniciativa de Deportes para Mujeres del Área de la Bahía, un programa de deportes adaptativos que ayuda a jóvenes mujeres con discapacidades a hacer deporte se ha mantenido activa e incluso juega en el equipo de tenis de la escuela.
“Mis padres me ayudan siendo mis padres y me tratan lo más normal posible,” ella dijo.
En el futuro Jacqueline ha puesto su vista en la Universidad de Stanford, en donde planea estudiar para ser enfermera.
“Quiero ser enfermera porque crecí en un hospital ayudando a mis enfermeras a cuidar a otros,” ella dijo. “El futuro es brillante.”
“Me siento muy confiada de que ella crecerá y será exitosa en lo que sea que ella haga,” dijo su padre. “Ella es la persona más maravillosa que haya conocido. Haber superado tantos obstáculos y tener tanta confianza y perseverancia – estamos realmente orgullosos. Esa pequeña niña sólo quiere vivir. Cada día se levanta con una sonrisa en su rostro y nos alienta. Ella ha sido lo mejor que nos ha pasado.”
Superar el bullying y perseguir sus sueños y metas puede ser difícil para cualquiera, pero cuando a eso le añades complicaciones médicas, puede ser difícil mantenerse optimista. Sin embargo, Jacqueline lo ha logrado. A pesar del pronóstico de los doctores y de la presión a sus padres para que la abortaran, Jacqueline se graduará de preparatoria este año.
“La gente usualmente se me queda viendo mucho. Algunos dicen cosas feas,” explicó. “Me hace sentir triste porque no saben lo suficiente de mí para decir cosas feas. Son un ser humano normal.”
El tenis y su familia y amigos han ayudado a Jacqueline a construir confianza. No está preocupada por lo que otras personas piensen de ella y se dedica a completar sus tareas.
“Se siente bien ser capaz de demostrarle a las personas que puedes superar los obstáculos que encuentres en tu vida,” ella dijo.
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