Los seres humanos tienen el derecho de ser humanos, denles la dignidad.


Escrito por Kim Ketola, locutora de radio y autora 
Cradle My Heart Radio
Para The Daily Caller


El Consejo Editorial del New York Times tomó partido en contra de la Ley de Protección del No Nacido Capaz de Sentir Dolor (PCUCPA) en Junio 28, advirtiendo a los senadores demócratas que votaran en contra.

Los demócratas cumplieron.  Anoche, por un voto de 51-46, la iniciativa fue desechada en la etapa de discusión y no fue votada en etapa final. 

Si quieren saber por qué los senadores de los Estados Unidos declinaron ofrecer protección a los más jóvenes miembros de la familia humana, en una edad en la que muchos ya sobreviven fuera del útero en partos prematuros, sólo sigan la línea editorial del NYT, La Amenaza Acumulada al Derecho al Aborto.

Primeramente, los editores eligieron denominar a la legislación como “la mal llamada PCUCPA,” una forma mal intencionada de disminuir las bases para la propuesta de ley.  Este no es un argumento en contra de la evidencia de que los no nacidos son capaces de sentir dolor a las 20 semanas, sino un irrespetuoso rechazo hacia aquellos que promueven la idea.

En el mismo enunciado, los editores verbalmente abortaron a aquellos a los que la ley buscaba proteger, caracterizando a la ley como “parte de un esfuerzo legislativo a largo plazo por el movimiento anti-aborto para erradicar Roe v. Wade y reducir severamente el acceso al aborto a nivel nacional.”  De nuevo, esta opinión ni describe, ni da luz sobre los contenidos y propósito de la ley:  proteger a los miembros más jóvenes de la familia humana de penas crueles e inusuales por muerte dolorosa a las 20 semana de embarazo, a través de los métodos de desmembramiento vía dilatación y evacuación o inyecciones de digoxina, que desatan un ataque cardiaco fatal.  Si usted ha trágicamente sufrido un ataque cardiaco o perdido una extremidad, una discusión política sobre su dolor -como si fuese su único problema- sólo haría mayor su aflicción. 

¿No debería nuestra más básica humanidad limitarnos para realizar estas prácticas de desmembrar y envenenar a otros?  Si en alguna distopia demente llegáramos a recurrir a estas prácticas para otras personas, además de los no nacidos, ¿acaso administrar anestesia mitigaría el costo de nuestro barbarismo?

No, los editores del NYT categóricamente se negaron a poner su atención en la humanidad del feto, mientras advertían sobre la amenaza al derecho al aborto.  Ellos dijeron que las mujeres necesitan abortos después de las 20 semanas por anomalías fetales, preocupación por la salud materna y por barreras de acceso para las mujeres pobres, para después continuar con una serie de insultos ad hominem sobre los legisladores pro-vida.

Quisiera que presentaran sólo una historia que diera balance a su defensa del aborto, dijo la representante del Estado de  Washington Jaimie Herrera Beutler. 

En su ultrasonido de 20 semanas, le dijeron que su embarazo ya no tenía esperanza.  Su bebé no tenía riñones.  Perdería al bebé o nacería incapaz de respirar y se ahogaría al nacer.  Se le dijo que se practicara un aborto inmediato.  Un segundo doctor estuvo de acuerdo y ofreció terminar el embarazo en ese mismo momento. 

Pero, de acuerdo con el reporte de LifeSiteNews, Herrera Beutler dijo en la Marcha por la vida 2018:

“¿Qué tal si Dios quiere hacer un milagro? Se preguntó.  ¿Qué tal si algún médico está dispuesto a intentar algo nuevo? ¿Qué tal si podemos utilizar infusiones Salinas en el útero para mimetizar el líquido amniótico y el bebé pueda desarrollarse aún sin riñones? ¿Qué tal si…?”

“Nunca lo habríamos sabido si no lo hubiésemos intentado,” le dijo a la multitud.

(Nota a los editores del New York Times: grandes historias están sucediendo en el más grande rally pro-vida en la historia de nuestra nación.  Deberían enviar más reporteros el próximo año.)

El síndrome de Potter, la aflicción del bebé de Jaime, es considerada 100 por ciento fatal.  La familia publicó en Facebook como les dijeron que la diálisis y un trasplante no eran opciones.  Pero Herrera Beutler encontró un equipo de doctores dispuestos a intentar la amnioinfusión.  El tratamiento ayudó a que los pulmones de la bebé se desarrollaran.  Después, la diálisis le ayudó a vivir hasta que un trasplante de riñón de su padre se pudiera efectuar.  Hoy, Abigail es una niña sana de 4 años de edad. 

Mientras contaba su historia en la marcha, Herrera Beutler notó que los doctores que defendían el aborto no eran malas personas, simplemente estaban equivocados.  Ella preguntó -¿Qué tal si otros también han estado equivocados?

Continuó diciendo: 

“¿Qué tal si juntos podemos sentar las bases para encontrar nuevos tratamientos que beneficien a más personas además de nuestras familias? ¿Qué tal si tu bebé no tiene una condición o deficiencia médica significativa? O incluso si la tiene, ¿Qué tal si le damos a cada bebé al menos la última oportunidad de alcanzar su verdadero potencial?

Ella le dio crédito a Dios por el milagro, alentando a otros en el amor de Dios sin importar que tan difícil sean sus circunstancias.  

Los editores del New York Times, notaron correctamente que los abortos de último término son sólo el 1% de todos los abortos, y en muchos casos, debido a condiciones (como las de la bebé Abigail) que se refieren a diagnósticos inesperados para bebés muy deseados. 

Pero el link que proporcionó el NYT basado únicamente en datos de los proveedores de abortos sobre estos casos, llevó a los editores a la conclusión equivocada.  Nuestros mayores retos, incluyendo embarazos inesperados, nos presentan con la oportunidad para nuestros más grandes triunfos, tanto en innovación científica, como en creatividad humana y en la práctica a profundidad de nuestra fe.  Los defensores del aborto no son malas personas, pero están equivocados. 

Donde hay vida, hay esperanza. 

La vida comienza a partir de la concepción de acuerdo con la ciencia y la embriología.  El enfocarse en el derecho de lamujeres al aborto, excluyendo los derechos naturales de los niños no nacidos, estamos perdiéndonos de los milagros que acontecen a nuestro alrededor. 

No toda historia tiene un triunfante final y un pequeño sano.  Pero tener la fe y confiar en la fe de la comunidad para dar a cada niño una oportunidad de luchar, nos hace una mejor nación.  También lleva a mejores resultados en el proceso de duelo para aquellos padres que deben decir adiós demasiado pronto. 

El aborto promete que acortará el dolor de un embarazo inesperado.  Como alguien que lo escogió por esa misma razón, les puedo decir que es una estrategia defectuosa.  Nunca podemos eliminar nuestro propio sufrimiento a través del sufrimiento de otro, y esperar escapar con la conciencia tranquila – a menos que nuestros corazones se hayan endurecido tanto que no seamos ya capaces de sentir empatía y compasión por aquellos que sufren la injusticia de morir sólo por que no son capaces de defender su propia vida.

Cínicamente, estoy decepcionada de que esta importante iniciativa se haya desechado, pero no estoy sorprendida.  Una vez que se niega a otro humano el derecho a ser humano, ¿a quien le importa si siente o no dolor?

Kim Ketola es locutora y productora ejecutiva de “Arrulla mi corazón hoy”, programa complementario a su premiado libro “Arrulla mi corazón, encontrando el amor de Dios después del aborto”.  El trabajo radiofónico de Kim le ganó la membresía al Hall de la Fama de Minnesota.  “Arrulla mi Corazón” es un lugar seguro para los radioescuchas en donde pueden compartir historias que los conectan con otras personas que están buscando el amor de Dios -especialmente durante embarazos inesperados y después del aborto. 

Los puntos de vista y opiniones expresados en este comentarios son de la autora y no reflejan la posición oficial de The Daily Caller.
Traducido por Ana Correa para Defensores De La Vida 

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