Juegos Paralímpicos 2018: Sean Pollard, competidor de snowboarding y su sueño paralímpico

Foto para Jeff Crow 

Tony Barrass| PerthNow
Febrero 17, 2018 10:00 a.m.

Traducido por Ana Correa para Defensores De La Vida

ALGO de esto ha sido trágico, algo ha sido mágico, y, como dice la vieja canción de Jimmy Buffet, Sean Pollard tiene una buena vida todo el camino.

“Ha sido algo loco por años, eso es incuestionable,” dijo el competidor de Bunbury cerca de Vancouver.

Está un poco agotado después de pasar tres semanas cortando la nieve en polvo en The Big White, uno de los mejores hoteles para esquiar en Canadá.

Pero estará en casa para el martes y para entonces habrá una buena
probabilidad de que oficialmente se le notifique que será parte del equipo Australiano para los Juegos Paralímpicos el próximo mes en PyeongChang en Corea del Sur.

Ese determinado joven ha avanzado mucho desde aquel ataque por dos tiburones blancos, mientras surfeaba en la remota playa Esperance, en 2014.  Perdió su brazo izquierdo y parte del derecho en lo que describe como “mi ataque de tiburones”.

También perdió la habilidad para hacer lo que más amaba; surfear.  Así que aprendió a hacer snowboarding en sustitución.
Sentado en el lobby del hotel al otro lado del mundo, brevemente recuerda esos horribles y angustiantes días.  

Claramente no quiere recordarlos, pero ocasionalmente vienen a su mente.   Los arroja fuera de su pensamiento, tanto como cualquiera puede intentar borrar un evento traumático.

“Aún tengo momentos obscuros y a veces aún me perturba,” dijo. “Pero he aprendido mucho desde entonces.”

“He aprendido que tengo que tomar responsabilidad de mí mismo.  He aprendido que no debo culpar a otros de las cosas que me pasan, he aprendido a tener la mente abierta, y he aprendido a tomar mis propias decisiones.”



     Sean Pollard practicando skateboarding cerca de su casa en Bunbury. Foto: David Bailey

Su bien ganada recuperación física, su determinación de acero de no ser una víctima y el sólido apoyo de su familia, amigos y admiradores, fueron el pegamento que lo unió de nuevo después de aquel horrible día de Octubre.

Pero eso fue entonces, y esto es ahora.

Ok, ya no puede surfear, pero ha volado por el mundo -Países Bajos, Finlandia, Europa – haciendo el circuito y amando la camaradería de su nuevo deporte.

En eso es mejor que el surfing, él dice.

Ahora, tiene una semana libre con su pareja Claire, su mamá Kylie y sus dos hermanos, Jake de 22 y Angus de 19, para “atrapar lo último del verano” en South West, antes de que vuelva a tomar un avión hacia Japón, y de ahí a Corea del Sur.
El Equipo Pollard ya tiene sus boletos y estarán ahí junto a la meta, cuando Sean Pollard se deslice por esas pendientes el 12 y el 16 de marzo en el los eventos de slalom y snowboarding.


“¿Quién lo habría pensado?,” dijo.

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