Madre con muerte cerebral da a luz a gemelos después de 123 días en soporte vital.
Por Tanveer Mann Martes para Metro News
Traducido por Ana para Defensores De La Vida
(Frankielen da Silva Zampoli Padilha, de 21 años, falleció durante su embarazo en Octubre del año pasado después de sufrir un accidente cerebrovascular. Fotografía: Caters)
Una madre con muerte cerebral dio a luz exitosamente a gemelos después de que los doctores la mantuvieron viva por medio de soporte vital por 123 días -el período más largo en la historia médica.
Frankelen da Silva Zampoli Padilha, de 21 años, murió durante su embarazo en Octubre del año pasado después de sufrir un accidente cerebrovascular.
Los doctores en el hospital de Nosso Senhora do Rocio en Campo Largo, tomaron una decisión trascendental al tratar de salvar a los embriones de nueve semanas después de que sus corazones seguían latiendo dentro del útero de su madre.
En febrero de este año, el niño y la niña nacieron a los siete meses y fueron dados de alta del hospital al final del día.
Su padre, Muriel Padilha, de 24 años, ha descrito el nacimiento de sus hijos, Asaph y Anna Vitoria, como un milagro.
La lucha de los bebés por su vida llevó a los doctores al llanto mientras proveían niveles sin precedente de cuidado que incluyeron decorar el espacio a su alrededor.
(Su padre, Muriel Padilha, de 24 años, ha descrito el nacimiento de sus hijos, Asaph y Anna Vitoria, como un milagro. Fotografía: Muriel Padilha)
El insólito caso implicó muchas complicaciones y sólo pudieron ser estabilizadas gracias al constante abastecimiento de medicamentos para prevenir que el cuerpo de la joven mamá dejara de funcionar.
Después de desconectar el ventilador en febrero, su corazón y riñones se donaron para salvar otras dos vidas.
Muriel, quien también tiene una hija de dos años, Isa Beatriz, con su esposa, dijo: ‘Iba camino a mi trabajo en Octubre pasado cuando Fankielen llamó suplicándome que regresara a casa urgentemente.
‘Ella dijo que su cabeza la estaba matando. Le dije que tomara una pastilla. Pero ella dijo que había un dolor agudo en la parte de atrás de su cuello y que era tan fuerte que sentía que se iba a colapsar.’
Muriel, un granjero agricultor, se apresuró a su casa en Contenda, para encontrar a su esposa temblando, llorando, mareada y vomitando del dolor.
‘Mientras la llevaba al hospital, ella dijo “Quiero que estés preparado para aceptar
porque me voy a quedar ahí, no volveré a casa”.’
porque me voy a quedar ahí, no volveré a casa”.’
(Frankielen tuvo atención durante las 24 horas por enfermeras que acariciaban su vientre de embarazada para ayudar a remplazar el amor faltante de la mamá de los gemelos. (Fotografía: Caters)
‘Después falleció y esas fueron las últimas palabras que me dijo y la última vez que la vi con vida’.
Los doctores le diagnosticaron a Frankielen una hemorragia cerebral -una vena se había reventado dentro de su cabeza y llegó al hospital con sangrado severo en el cerebro.
Después de tres días llevando a cabo numerosas pruebas y resonancias magnéticas, los médicos declararon muerte cerebral a la joven mamá, y le advirtieron a Muriel que no había esperanza para los gemelos.
El angustiado esposo dijo: ‘Me dijeron que les darían a los bebés sólo tres días de vida porque le habían realizado a mi esposa resonancias magnéticas múltiples, y la habían sedado con drogas fuertes y le habían administrado antibióticos y esto significaba que todo eso había terminado en nuestros bebés.
‘Ellos dijeron que en cuanto sus pequeños corazones terminaran de latir, desconectarían los instrumentos y podría enterrar a mi esposa.’
Pero los corazones de los bebés no se detuvieron.
El Dr. Dalton Rivabem, jefe de Neurología de la Unidad de Cuidado Intensivo, quien era responsable del caso reveló: ‘Hicimos un ultrasonido en los embriones pensando que estarían fallando en el útero, pero para nuestra sorpresa, se estaban aferrando a la vida.
(Los bebés nacieron por cesárea a los siete meses. Fotografía: Caters)
‘Los órganos de Frankielen estaban intactos y funcionando como si aún estuviera con nosotros. Tomamos la decisión de mantenerla viva para salvar a sus hijos no nacidos. Y cada día los veíamos crecer normalmente.’
Como este era territorio desconocido para el equipo médico, el Dr. Rivabem buscó ayuda de un médico en Portugal quien había atendido un caso similar en el que el feto se gestó por 107 días antes de nacer.
‘ Ha habido otros casos, pero el nuestro es el más largo con 123 días -cuatro meses, y empezamos con embriones de dos meses y nacieron gemelos,’ dijo el Dr. Rivabem, agregar el intercambio de información con su contraparte portugués fue ‘muy útil’.
Él continuó: ‘Fue un caso extremadamente retador, que requería de trabajo multidisciplinario intensivo.
‘Hubieron muchas complicaciones con apoyo continuo de medicamentos para mantener la presión, mantener la oxigenación, mantener la nutrición continua y el balance hormonal. Usamos antibióticos durante todo el período de hospitalización.’
El tratamiento medico se basó en el monitoreo hemodinámico por 24 horas, medir la presión en las venas, corazón y arterias, junto con el flujo sanguíneo y la cantidad de oxígeno circulando a través del cuerpo.
Los gemelos eran revisados en ultrasonido todos los días.
El Dr. Rivabem explicó: ‘Una de nuestras principales preocupaciones era mantener las funciones de los órganos continuas para que los bebés pudieran crecer y desarrollarse.
Otra preocupación era encontrar formas para asegurar que los infantes sintieran el amor y afecto que su madre no les podía dar.
Muriel y su familia visitaban cada día y más de 20 profesionales se encargaron del cuidado de la paciente y sus bebés.
En la guardia, los doctores, enfermeros, nutriólogos, fisioterapeutas y una serie de profesionales de la salud desarrollaron una rutina admirable de cantar, hablar y acariciar el vientre embarazado de Frankielen.
La capellán y musicoterapeuta, Erika Checan, dijo: ‘Encontramos canciones infantiles y se las reprodujimos a los bebés en el útero. Incluso inventamos algunos tonos exclusivamente para ellos.’
Y decoramos el área alrededor de la cama de Frankielen. La Unidad de Cuidado Intensivo estaba llena de amor, afecto y estímulo para que los bebés y su familia tuviesen éxito. Les dijimos, ‘los amamos’ cada día que estuvieron aquí.’
El doctor Rivabem añadió: ‘El éxito de este caso fue el gran trabajo de equipo, y por supuesto, un propósito divino’
Docenas de personas de todo Brasil, conmovidos por la difícil situación de la familia, reunieron miles de libras en apoyo, con muchos donando ropa de bebés, pañales y accesorios para los pequeños.
Muriel está usando parte de los fondos para renovar la casa familiar para acomodar a sus hijos.
El par está siendo cuidado por la madre de Frankielen, Angela Silva, mientras Muriel trabaja para llevar el pan a la mesa.
Angela dijo: ‘Estoy tan orgullosa de mi hija. Ha sido difícil perderla, pero ella fue una guerrera hasta el final, protegiendo a sus hermosos hijos y dándoles la vida hasta el día en que finalmente falleció.’
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